-Mueve los muebles de gran tamaño fuera de tu habitación (por ejemplo, mesas, espejos, cómodas, etc.
-Abre las cortinas, la ventana y la puerta. Ventilar la habitación purifica el aire y ayuda a detener alergias e irritaciones en general.
-En cuanto a la ropa, la ropa sucia directamente al cesto de ropa sucia. La ropa arrugada a la pila de planchar. Y, por último, la ropa limpia al armario.
-Elimina la basura. Vacía la papelera primero y utiliza una nueva bolsa de basura. Ahora lleva una bolsa de plástico contigo y rápidamente recoge cualquier basura que veas por el suelo.
-Cambia las sábanas.
-Vacía debajo de tu cama. A veces las cosas que no has visto en años están allí.
-Recoge los objetos tirados en el suelo. Objetos pequeños como lápices, libros o gafas de sol se pueden poner en la bolsa. Pon todo lo que necesites quitar en una gran pila en tu cama. Cuando tus cosas están por toda la habitación, es difícil encontrarlas. Cuando todo está allí, en una pila grande, alta, es imposible dejarlo allí.
-Pasar el polvo y limpiar. Un plumero o un trapo húmedo de microfibra van mejor para capas gruesas de polvo. Largos plumeros o sintéticos son los mejores para llegar a lugares altos.
-Todo ordenado. Encuentra lugares para los elementos que quedan en la cama.
-Haz frente sólo a una zona. Si haces demasiado a la vez, podrías desanimarte.
Recompénsate con algo que te guste cuando hayas terminado, te lo mereces. ¡Trabaja para que tu habitación esté limpia!
-Considera la posibilidad de mover los muebles. Puedes dar a tu habitación un nuevo aspecto y estilo, ¡así querrás mantenerla limpia!
Consejos:
-Pon música que te guste cantar o bailar. Mantente alejado de la música suave y relajante, necesitas motivación.
-Haz un juego para ver cuánto puedes limpiar durante una canción.
-Comienza a ordenar desde la entrada de la puerta hacia el interior
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